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Los funcionarios no independentistas son oprimidos en Cataluña
Por Erik Encinas Ortega
Maestros, médicos, policías… no independentistas son los verdaderos oprimidos en Cataluña, mientras no se aplique el artículo 155 en Cataluña. El desgobierno de Torra que cumple ya algo más de un año se centra únicamente en su camino rupturista, apartando de la agenda pública los problemas reales de los catalanes y despreciando a los funcionarios no separatistas que luchan un día y otro también por la pluralidad y neutralidad en las instituciones públicas de todos los ciudadanos.
El acoso es brutal, porque se vulneran claramente las libertades y los DDHH de los afectados, siendo comparable a las situaciones antidemocráticas que pueden vivirse en la Dictadura Cubana por no ser de la corriente ideológica del régimen. La persecución a los no independentistas es un escándalo en Europa y una realidad como un templo.
Los jefazos indepes reclaman que ni se utilice el castellano en ningún ámbito de la administración catalana, renegando así incluso del pluralismo lingüístico que enriquece a una sociedad con multas a la lengua castellana, mientras el español sigue aumentando adeptos en todo el mundo. Podemos decir claramente que el español se ha convertido ya en la lengua de la libertad.
Es una auténtica vergüenza que en pleno siglo XXI se esté retrocediendo al pasado con políticas retrógradas y sin precedentes recientes, algo que como es lógico genera una gran indignación, porque no se apuesta por la igualdad de oportunidades ni por el talento, si no que se prioriza el pensamiento único, una razón que no trae nada bueno como la historia nos demuestra, porque únicamente ocurre en los regímenes totalitarios.
Además, se sanciona a funcionarios como profesores como Francisco Oya por explicar episodios históricos que son ciertos, pero quedan omitidos para el alumnado, incluso a policías que cumplen con la ley y no son de la cuerda secesionista como es el caso de la Mosso Inma Alcolea o el Mosso Ángel Gómez. Horripilante vamos y digno de un contexto político, social y económico muy convulso. ¿A qué se espera a actuar frente la indecencia que nos llevado la realidad paralela de una minoría?