El ex jugador del Real Madrid, Raúl González, ha manifestado a dirigentes y técnicos del Cosmos de Nueva York que valora colgar la botas en el próximo mes de noviembre, cuando acabe la temporada en la NASL. Es una decisión que aún medita, pero que muy probablemente adopte por dos circunstancias: acusa el desgaste de entrenarse y competir a sus 38 años cumplidos en junio, además de que quiere estar cerca de su familia en la ciudad de Madrid por razones de índole personal. Tiene un mes para reflexionar sobre su retirada en el club al que pertenece, con el que no habría problema alguno para rescindir el contrato. Asimismo, debe acordar su futuro profesional y personal con su esposa, Mamen Sanz, quien junto a sus seis hijos se encuentra perfectamente adaptada a la vida neoyorkina.
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Diario deportivo AS / Cansado. Raúl González firmó por el New York Cosmos (NYC) en diciembre de 2015, procedente de la aventura de dos años en el Al Sadd. Se alistaba en la NASL, especie Segunda División de Estados Unidos, donde la exigencia no es tan elevada físicamente como la Major League. El futbolista madrileño revolucionó a la afición de un club que quería volver a ser puntero, tanto en el aspecto deportivo como de trascendencia pública. Y Raúl ha cumplido con creces: llevó al NYC a ganar en junio de este año el título de Primavera y se encuentra ahora disputando la segunda fase, que concluye el 31 de octubre. El Cosmos tiene acceso asegurado al playoff por el título absoluto que se celebrará en noviembre.
Ha sido un año de grandes éxitos para Raúl, pues marca goles, es el ídolo de los aficionados, atrae a los medios de comunicación americanos y su imagen multiplica el valor de la NASL. Sin embargo, el jugador ha dejado caer en sus conversaciones con dirigentes de la franquicia neoyorkina que se siente cansado para reiniciar la competición oficial un año más. Curiosamente, lo que más fatiga a Raúl es el ritmo de entrenamientos, los desplazamientos, la disciplina de pertenecer a una plantilla profesional.
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Lo que más le divierte y donde se siente en su hábitat, según fuentes del club, es en los partidos, en los que sigue destilando gotas de su calidad, como el gol que marcó el domingo al Edmonton, desplazando la portería móvil de un tremendo zapatazo. Fue el séptimo de su espléndida cuenta realizadora.
Pero Raúl González mira más allá y planifica su futuro de manera reflexiva. En los últimos meses ha tenido que hacer viajes relámpago a Madrid por cuestiones familiares, que aún le van a obligar a estar más cerca de casa. Una razón natural para replantearse el seguir compitiendo con el cumplimiento de un calendario obligado y una disciplina de entrenamientos que no le dejarían libertad de movimientos para viajar con asiduidad a la capital de España.
Monitor. En el Cosmos saben que no tienen opción si Raúl tiene decidido dejar el fútbol, sin embargo están presionando para que se quede en calidad de monitor de las escuelas de la cantera. El club abrió este año una Academia de Juveniles en la que el jugador madrileño está participando activamente, como parte de su compromiso cuando llegó a la entidad. En este sentido ha manifestado su gusto por estar involucrado en formar jugadores en Estados Unidos, por lo que podría asumir una función educativa como paso previo a un posible aterrizaje en el Real Madrid.
Raúl tiene un mes para solucionar su futuro, pero todo apunta a que el crack del fútbol español colgará definitivamente las botas.
