Por José Cabanas
Es fundamental y urgente que todas las Webs, grupos políticos, asociaciones diversas, personas en nombre propio, etc, que se enfrentan a la cultura de la muerte en la defensa de la cultura de la vida, denuncien este ataque cruel del PP al valor principal y al derecho fundamental a la vida de los no nacidos. En la calle, en los templos, en las familias, en los centros de trabajo, cada uno hemos de ser portavoces de los que no tienen voz ni para quejarse. También de esas madres y padres que por miedo, por desconocimiento, por causa de la soledad, por la repugnante presión social de los malditos, se dejan vencer, y sacrifican las vidas inocentes de sus propios hijos.
Esta es (y más cierta que ninguna otra) la maldición de este tiempo y de esta sociedad. Maldito PP, maldito Rajoy, que se han sumado (o rendido) a las izquierdas y a sus voceros de toda clase y condición satánica (servidores de Satán, fuente de todo mal) que asesinan a los niños en el refugio mismo y sagrado de los vientres de sus madres. Y es que los malditos tienen también despachos y puestos de mando en esa nueva casa del horror que hace esquina entre las calles de Génova y Zurbano, en la capital de España.
¿Fuertes esas palabras? ¡No!: fuerte, despiadado, criminal, ése es el genocidio de hermanos nuestros a los que se las niega el derecho a nacer.
La verdad de Dios es más fuerte que todo el poder satánico que asiste a los malditos. Por eso hay que obedecer a Dios antes que a los hombres y mujeres que están a favor de la cultura de la muerte. Anoche mismo, un amigo mío, profesor jubilado, padre y abuelo, buena persona de siempre, muy activo militante del PP, al que le exponía lo que he dicho antes, me contestó que con mi idea de proponer a voz en grito NO VOTAR AL PP, en todo foro y lugar de reunión, le estábamos dejando el campo libre a los “otros”
¿Pero es que en algo tan fundamental y decisivo existe alguna diferencia entre los “unos” y los “otros”? Yo digo que no. Primero, por las decisiones que toman los dirigentes malditos del PP que pasan de escuchar el grito de socorro de la victimas, manchándose el alma y las manos con sangre inocente; y segundo, porque muchos de esos dirigentes del PP piensan –y lo dicen- que el aborto debe mantenerse. En esto también los “unos” y los “otros” SON LO MISMO.
Ramón Tamames dijo recientemente algo muy cierto que lo explica todo: el problema de España se resume en la partitocracia y en la corrupción. Y ya la partitocracia es la corrupción de la democracia en beneficio de las minorías dirigentes de los partidos políticos y de sus terminales mediáticas, sindicales, empresariales y de la cultura dominante . Así que todo de hace corrupción.
Hagamos cada uno lo que podemos y debemos: pedir a los votantes burlados del PP que de ninguna manera den su voto a los malditos que -por cobardía o consentimiento decidido- se han sumado a la satánica legión de los abortistas ¿Qué nos pueden hacer a nosotros? Cada gemido o lamento sordo de un niño descuartizado en la tripita de su madre es un aldabonazo sobre nuestras conciencias de hombres y mujeres que defienden el sagrado derecho a la vida de estos seres humanos aún no nacidos, entregados en sacrificio al padre de la mentira y de todos los malditos, que tiene nombre y ha sido siempre el gran homicida, en palabras de Jesús de Nazaret.
Fuente: Hispaniainfo.es
por mi parte no dudar en pedir el no para el pp, aunque no es ningún esfuerzo porque jamás le había votado. Así que será un placerr el seguir el consejo. No merecen ni la sal.
Y con los pijales de VOX, tres cuartos de lo mismo, ya que no tienen una postura definida sobre el tema