Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
Como no leo habitualmente el diario El Mundo, no tuve acceso a un artículo firmado por el periodista Antonio Lucas, y que me mueve a dejarle aquí unas notas como de reflexión, que a lo mejor ayuda a su escrito. Eso sí, con toda la cortesía y respeto que se merece un profesional de su calidad, además, enriquecida por su condición de casi paisanaje, hijo de unos ciezanos más fieles que las olivas mollar; su padre un gran y reconocido pintor, que por cierto inició su vocación artística en una academia local del Frente de Juventudes, que él pronto superó para conquistar su categoría de gran pintor. Su madre, una gran señora. Qué decir pues de mi consideración hacia este joven periodista, y poeta. No hay color, lo aprecio por quién es y por su buen escribir.
Lo que no importa para que exprese mi sorpresa ante el artículo que pude leer en la página digital de la Fundación José Antonio, en la que venía a hacer un recordatorio de la época literaria y poética del régimen surgido el 18 de julio de 1936, que él, Antonio Lucas, lo sitúa incluso antes, en el tiempo en que el fundador de Falange Española, José Antonio, poetizaba junto a destacados escritores y poetas en las tertulias del Bar Or-Kom-Pom, , o en o en la Tertulia de la Ballena Alegre.
Quizá con ánimo intelectual, pero evidentemente escaso de rigor, parte de una confusión realmente recurrente entre los exegetas políticos de hoy, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid se mete en el charco de las mentiras y se atreve a acusar a José Antonio de “ hacer camino explicando las cosas del fascismo”, afirmación jamás recogida ni siquiera por sus máximos detractores, y cómo no, el de mezclar, con fines nada positivos, las ideologías fascista y nacionalsindicalista -falangista-, en el saco de las denuncias, (podía haber incluido también a todos los comunismos: Leninismo, estalinismos, maoísmo, por los mismos defectos que se les da a los otros), sin embargo solo se refiere a unos y elude a los demás, para en razón de sus políticas llevar a nuestro país, a un solar, un páramo de desierto cultural, y por supuesto literario, debido al carácter, censura, de ambas ideas. A mí, lo que me asombra en un profesional de la talla de Antonio Lucas (mi aprecio por delante) es que intente como muchos, igualar fascismo y falange, como si José Antonio Primo de Rivera no dejara bien clara su distancia y su disparidad más completa entre una y otra doctrina.
Luego, con la misma facilidad, es decir, con la misma falta de objetividad, se adhiere a esa falsa imagen de una España vacía de intelectuales, de poetas, de escritores o pintores que aunque es verdad que relaciona a una notable cantidad de personalidades, más tarde lo relativiza, o los diluye en un proceso de “des-falangestización”, que nada tiene que ver con su valía como escritores, poetas o músicos. Es verdad que hace referencia a su indudable aportación a la cultura y las letras españolas, tal como reconocen autores nada sospechosos de simpatías por aquel régimen, como el Profesor Mainer, en su famoso libro Falange y Literatura pero el escrito de mi casi paisano, no lo valora como merece y solo lo reduce a un clima primitivo de exaltación y acaso para un pequeño grupo, pero claro, decir que en poco más de treinta y cinco años (1934-1970), los Miquelarena, Vivancos, Pla, Rosales, Foxá Gimenez, Sánchez Mazas, Torrente, Eugenio Montes, García Serrano, Cela, Panero, Cunqueiro, Castroviejo, Ridruejo, Machado, Alfaro, sin olvidar por ejemplo, a Mercedes Formica, o La Salichas, es una pobre cosecha cultural, la verdad no acierto a ver el páramo, más si se olvida a gentes tan reconocidas en este mundo de las artes y la literatura o el periodismo como Angel María Pascual -poeta y periodista-, Ponce de León, pintor, Emilio Romero- escritor y periodista-, Miguel Mihura, autor inmenso, Feliz Ros poeta, Miguel Fleta, tenor universal, Rodrigo Royo, Periodista y escritor, etc. etc. La relación se haría interminable, y no acierto a comprender como alguien, que respeto-, pretende convencer de que ese tiempo fue poco menos que años baldíos para las artes.
He citado aquí, solo a quienes más o menos se identificaban con el mensaje falangista, aunque naturalmente, algunos tuvieran un alejamiento a los ardores primeros. Eso pasa con todas las ideologías, pero el clima habido en aquellos años no dejaba dudas de con quién estaban y, muy claro, nadie se consideraba fascista, sino falangista que es algo muy distinto. No escribo aquí los innumerables intelectuales, profesionales y artistas bajo el paraguas franquista, sería demasiado, y por otra parte yo no los pongo en el mismo plato, son otras cosas, más incide en desmontar esa falacia de que aquellos 35 años, fueron un desastre para la cultura en España. Creo que a esos niveles de calidad y prestigio, estos últimas cuatro décadas (40 año), no han tenido ni tienen la misma repercusión cultural, aunque es posible que la tenga mediática; al fin y al cabo son de la misma casta. Creo, humildemente, que no hay comparación, incluso los mejores novelistas vigentes- por ejemplo-, las Matute, Salichas, Los Marsé, los Boch, Torbado, Luca de Tena, el mismo Sánchez Ferlosio – de familia muy azul-, o de Moix, Gironella, Benet, Mendoza, y qué más, claro, no se puede decir que aquellos años fueran un desierto literario, y algo queda al menos por reconocer, las gentes que daban espíritu, por muy vigilado que se estuviera, a la creatividad, y lo había, trataron de apoyar y ayudar a cientos de artistas de toda condición.
Por eso reducir la contribución más o menos falangista a una reunión de tertulia cafetera, no parce un análisis serio ni justo. La falange, con un signo poético, dio a toda una época un alma de estética que ha hecho mucho y bien por la cultura en España, y hay que decirlo alto y claro, ajeno a cualquier falacia QUE LA INVOLUCRE CON IDEAS QUE JAMÁS COMPARTIMOS. Falange y Fascismo son doctrinas diferentes y distintas que coincidieron en el mismo tiempo histórico. Solo la ignorancia o la mentira propagandística pueden confundirlas.