Fuera de Europa seremos nada
Falangistas ciezanos fija su posición ante las próximas elecciones europeas
Por Eduardo López Pascual
“Tenemos voluntad de Imperio”, leíamos en los textos Joseantonianos de política para quienes nos interesaba el devenir de España en el mundo y, desde luego, en Europa. Naturalmente esta vocación era, como ya nos explicaba Adolfo Muñoz Alonso, de puro carácter ético, y por supuesto en absoluto material, de fuerza, o de poderes más o menos manipulables. Se trataba de dar a nuestra nación, el antiguo valor de la universalidad que bien demostraron nuestras universidades o nuestras intenciones de aventuras y odiseas conquistadores. Hasta tal punto fue así el espíritu de la buena patria, España, que sin duda nadie podría hablar de España sin añadirle el valor de su Hispanidad que era, después de todo, el reconocimiento de su condición universal.
Traigo esta pequeña reflexión a cuento al ver, con tristeza, como hay formaciones políticas, algunas con pedigrí “azul”, (La Falange, Falange Española de las JONS, AES), que en contra de aquella definición con la que abría este texto, vienen defendiendo y así lo han rubricado en un acuerdo suscrito ante las elecciones Europeas que nos vienen, su firme decisión de presentarse en ellas solo para denunciar a las instituciones europeas, mostrar sus -a veces-, evidentes deficiencias y su opción a desengancharse de sus órganos, de su estructura, de su Organización, al acusarla de ser una entidad que perjudica gravemente a España.
Personalmente creo que es una muy mala decisión y que en absoluto corresponde al deseo de la gran mayoría de los españoles que, aun reconociendo las carencias que puedan observarse, quedar fuera de Europa, tal como se entiende hoy-, no deja de ser una boutade, en el mejor de los casos, y una perversa determinación cuyo fin sería asociarnos. virtualmente, con los movimientos de extrema derecha. Y francamente, además de que para mí, no deja de ser una traición al espíritu universal de la idea falangista, andar codeándose con elementos al estilo Le Pen o Salvini, la verdad, no nos interesa de ninguna manera.
Aunque fuera nada más que por salvaguardarnos de etiquetas indeseables, o, y esto es casi axiomático, defendernos de “asonadas golpistas”, como dice el refrán: ¡No hay color¡ Falange Española no puede caminar fuera de Europa, porque somos Europa; Falange Española no tiene vocación autárquica, sino sentido universal del hombre y la sociedad, pero que, si encima, quienes preconizan irnos de Europa, los clásicos euroescépticos, nos llevan de la mano, nuestra postura -al menos la mía-, es de una contundente respuesta- ¡Si a Europa¡ Pero como falangista, quizá de la vieja escuela pero falangista, no entiendo esa posición contra Europa, después de todo, nuestra llave de libertad a pesar de cualquier decepción que como ciudadanos, y españoles, podamos tener. Europa sí, Fuera no.
Supongo que la Europa consumista ,capitalista y controladora de nuestra economia y demas les parece perfecto a estos falangistas de Cieza , ya que prefieren estar dentro del sistema. Cuanta contradiccion de estos falangistas y del camarada Eduardo Lopez .
No creo que defender una España dentro de Europa, tal como la entendemos, sea una contradicción con el mensaje falangista. Europa aun con todas sus deficiencias, con sus defectos y carencias que son evidentes y no hace falta repetirlas, es para nosotros, amparo de solidaridad internacional, seguridad institucional y además, reconocimiento como país. Hoy estamos en un tiempo y en una sociedad universalizada y estar dentro de ella es sin duda un seguro de vida política, de gobierno democrático que, como dijo José Antonio, es la aspiración de los pueblos. Estar en Europa nos libra de intenciones extremas. No más autarquías, no mas cercos y boicots, ni salvapatrias. Europa con todos sus defectos, nos deja democracia y solidaridad. Y no queremos el capitalismo salvaje, como tampoco lo quieren los gobiernos izquierdistas de Portugal y Grecia, y están dentro de Europa. Solo la extrema derecha, Le Pen, Salvino y me temo que algunos «azules», prefieren vivir aislados en su castillo medieval