Pablo Ibar, el español condenado a muerte en Florida, ¿Sería una víctima del feminismo?
Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
Empiezo por aclarar que todo lo que expongo en este artículo es absolutamente a título personal y que no lo escribo en nombre de nadie y mucho menos del partido político al que pertenezco, y esto, para evitar interpretaciones que nada tiene que ver con la realidad, pero siempre hay maledicencias interesadas que me interesa rechazar. Pero la tragedia por la que está pasando un español de nombre Pablo Ibar, con ciudadanía estadounidense, condenado a muerte por un crimen que la misma justicia americana ha tenido que repetir por dos veces al aceptar las inconcretas pruebas en su contra, es para preguntarse como es posible que sin haber nuevas evidencias, (las muestras de adn, no encontradas anteriormente y ahora halladas tras más de quince años del suceso), según expertos estaban contaminadas y no debería de admitirse en ningún caso, repito, esa tragedia en la que vive un compatriota, basada en testimonios falsos o completamente inseguros, resulta además de dolorosa, perversamente enjuiciada por el juez, y peor todavía, por un Jurado popular que, mira por donde, formada por cuatro hombres y cinco mujeres.
Y yo, con toda humildad, me pregunto si la composición de ese Jurado, en el que prima la condición femenina, no estaría afectada, -y esto lo suscribo con todas las reservas que se quiera-, por haber una mayoría de mujeres tal vez contaminadas por la ideología de género que en los EE.UU se ven reforzadas por multitud de asociaciones, bien pagadas y publicitadas, en donde el “meet you”, se ha convertido en un axioma global. Se dice que todo jurado debe de analizar de modo independiente y, sin negar la necesidad de un movimiento como ese en solidaridad con las mujeres maltratadas, no creo que esas cinco féminas, no estuvieran influenciadas por una propaganda radical muy difícil de equilibra.
Por supuesto no puedo certificar esta reflexión personal, pero tal como están las cosas en esto del feminismo, pudiera que haya algo de razón. Al fin y al cabo, como decía al principio, no han cambiado las circunstancias por las que se declaró nulo en anterior juicio y los alegatos del Fiscal han sido más de sentimiento que de cerebro. Y francamente me dolería y mucho que Pablo Ibar, un español de poco más de cuarenta años, juzgado por un Jurado de mayoría feminista, fuera condenado a muerte.