Acerca de Jose Antonio Primo de Rivera
Por Eduardo López Pascual, de Falangistas Ciezanos
Dentro de los próximos días muchos españoles, aunque ahora otros estén mudos por temor a que lo marquen como facha, o por simple conveniencia, que también los hay, recordaremos un par fechas irreversibles para el verdadero falangista por ser dos días de clara memoria histórica: la fundación de Falange Española el 29 de octubre de 1933, y la muerte- asesinato-, de Jose Antonio Primo de Rivera, fusilado en Alicante en noviembre de 1936 por orden del Frente popular, encausado por Rebelión, a pesar de estar encarcelado desde casi seis meses antes del levantamiento militar.
Lamentablemente la política de falsificación de la historia española desde la Transición hasta hoy mismo, han hecho estragos en la verdad de un tiempo complejo, pero que a pesar de la mala intención, no pueden cambiar, y esas fechas todavía persisten en la vida de miles y miles de conciudadanos que no olvidan, cuanto de esperanza y de renovación en nuestra patria, suponía el mensaje falangista.
Ahora, un Gobierno sectario, de tristes ideas revanchistas, pretende por medio de una nefasta Ley de Memoria Histórica de 2007 promulgada por el socialista Zapatero, y modificada para peor por el también socialista Sánchez, incluso en contra de miles de honestos socialistas como el ex embajador Vázquez, la ex diputada Diaz o el ex Presidente de la Comunidad de Madrid, Leguina – por citar unos pocos-, que aspiraban a una sincera convivencia, nos puede multar o meter en la cárcel si se nos ocurre cantar el Cara al sol, gritar Arriba España o simplemente levantar el brazo en saludo cordial y de paz.
Esa Ley que castigaría a quienes como nosotros reivindicamos el nombre de Jose Antonio Primo de Rivera, un español que fue capaz de aglutinar a millones de españoles en torno a una patria grande y libre, pero que no actúa cuando se grita “gora eta”, “catalonia lluire!” o cantan “la internacional” comunista, por cierto una ideología condenada por el Parlamento Europeo en sesión plenaria de 27 de septiembre pasado. ¿Dónde queda la libertad de expresión que consagra el art. 20 de la Constitución española? Eso nos lleva a la maldada Ley de Defensa de la República Española, firmada , cómo no, por los socialistas del Frente Popular de Azaña, Largo Caballero y sus golpistas de octubre del 34. Y es que son los mismos.
Quizás se equivoquen estos facciosos de la política, porque habrá gentes que estaremos dispuestos a cantar el Cara al Sol, himno de la Falange Española, a gritar “España una, grande y libre”, y a reivindicar a Falange, o el nombre de Jose Antonio Primo de Rivera, ejemplo de humanismo y honestidad, aunque nos cueste la difamación o la cárcel.