ME GUSTARIA SABER
Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
Hace ya algún tiempo que no escribo ningún artículo para los medios locales o nacionales, dedicados a la importante tareas de la política; pero es tan confusa, impresentable y maniquea, que no veo razón para preocuparme en hacerlo. Sobre todo cuando observo comportamientos personales que no me atrevo a calificar por lo denigrante que pudiera resultar para unos o para otros. Y es que me sorprende y escandaliza que ciudadanos a los que le supongo una formación profesional de la que no tengo más que parabienes, pero sí una deformación ética, por cuanto avalan con su estatus social, a declaraciones, decisiones y ejecuciones (en el buen sentido), que hieren la sensibilidad de muchos mortales, entre ellos, yo mismo.
Así, por ejemplo, no comprendo como nadie con un mínimo de rigor intelectual, y desde luego moral, es capaz de militar con armas y bagajes (dinero y votos) a un verdadero trilero de la política, que ha hecho de la mentira- comprobada y confirmada-, un auténtico arsenal de despropósitos: desde ataques a la libertad de expresión y cátedra (ley de Memoria histórica), a la libertad de elección de la enseñanza, (hostigamiento a la educación concertada), a la vida (proyecto de ley sobre la eutanasia), a la libertad religiosa (expulsión de los benedictinos del Valle de los caídos) o simplemente el uso de los Decretos Leyes, para manipular y malversar la verdad, de un modo que no conoce límites.
Con un presidente que miente por sistema (no pactaré con secesionistas, ni con filoetarras, ni dormiré con Podemos en el Gobierno, ni aumentaré los impuestos, ni impediré la independencia de los Jueces…ni qué se yo), y que incumple una y otra vez todas sus promesas, digo, no me explico cómo la gente sigue pensando en votarle. No me resisto a tildar como esperpéntica su gestión del Covid 19, ocultando muertos, sin Comité de expertos y gastando millones en empresas fantasmas cercanas al Ministro Illa, socialista por supuesto, Un presidente de Gobierno que nos engaña a destajo y que va acompañado por la muletilla de los comunistas (ideología condenada por Europa en su Declaración de septiembre del pasado año, no debería de ser una opción elegida por los ciudadanos, al menos los que tienen un claro sentido del deber ser antes que del estar. Y luego, para más inri, viene arropado por los separatistas y de un partido camuflado (Unidas Podemos, con su líder a pique de imputarle varios delitos de libro) no está cualificado para ser presidente del Gobierno de España-.
Pero lo que me asombra, y ya casi no hay nada que lo haga, es que exista un suelo de millones de votos para un Presidente nefasto, embustero, ególatra y felón, que sea preferido para gobernar un pueblo a punto de morir como nación. Como español de a pie, me siento avergonzado de que mi país, esté dirigido por una persona de tan baja categoría social moral.
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