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La diferencia entre resfriados típicos del invierno y el COVID-19
Al llegar la época del otoño-invierno suelen presentarse episodios de resfriados o gripes, pero en medio de la pandemia del coronavirus es difícil diferenciar cuando se trata del nuevo virus y cuando se de la gripe común. Precisamente esta época es más propensa a la propagación del virus, porque las personas pasan tiempo en lugares cerrados para mantener el calor corporal.
Tanto la gripe como el coronavirus presentan malestares generales con dolencias en distintas partes del cuerpo. Aunque en ocasiones el malestar se concentra con mayor porcentaje en una zona determinada. Por ejemplo, la nariz, el pecho y la garganta frecuentemente resultan los más afectados, durante un cuadro gripal.
En el caso del COVID-19 los dolores musculares puede que no se presenten cuando se trata de un caso con síntomas leves o asintomático. Pero cuando se manifiesta los dolores son más intensos. A tal punto, que cuesta trabajo levantarse de la cama, moverse y se tiene una constante pesadez.
No obstante, cuando el paciente atraviesa la nueva enfermedad al levantarse de la cama experimenta una gran dificultad respiratoria al caminar.No necesariamente va relacionado a ahogarse o sentir que le falta el aire, porque en muchas veces la sensación es de opresión sobre el pecho.
Cuando se trata de la gripe estos síntomas no son peculiares, a menos que la persona tenga patologías previas relacionadas a síntomas respiratorios, como el asma. Sin embargo, la dificultad respiratoria la sentirá en determinadas ocasiones y no de forma permanente.
El coronavirus también involucra al sistema digestivo y se manifiesta con vómitos o diarrea, mientras que en la gripe es bastante infrecuente. La única forma de que este cuadro se presente durante la gripe es porque la persona tiene una infección digestiva.
La gripe tiene un proceso de incubación entre 3 a 4 días y superarla no lleva más de una semana. En comparación con el Covid-19 su incubación en promedio es de 14 días o más, al igual que la recuperación. Aunque esto dependerá exclusivamente del estado de salud de la persona (si tiene patologías previas el riesgo es mayor).
Recomendaciones
Al presentar alguno de los síntomas mencionados, debe acudir con un especialista para que reciba un oportuno diagnóstico y la respectiva prescripción médica. Sin embargo, para disminuir los síntomas de la gripe, es recomendable recurrir a plantas medicinales o infusiones que ayuden en el proceso de recuperación.
Las bebidas calientes como el té de miel y limón ayudan a descongestionar las vías nasales. También el consumo de sopas calientes reduce la congestión y calma la irritación en la garganta.
Asimismo, ducharse con agua caliente atenúa el dolor de cabeza. Cuando esta pasa por calentadores eléctricos instantáneos cambia su temperatura a 65 ºC, al fluir sobre la cabeza tiene un efecto de alivio. El agua caliente incide sobre los vasos sanguíneos para que no se contraigan y los dolores disminuyen.