Entrevista a Rafael López-Diéguez, cabeza de lista de la coalición electoral para las elecciones europeas de mayo, realizada por Rosalina Moreno en La Gaceta cuando se cumple un mes de la presentación oficial de Impulso Social.
–¿Por qué se gesta Impulso Social?
-Para comparecer a las elecciones europeas y defender principios y valores que consideramos fundamentales, que deben ser los pilares sobre los que se han de construir una sociedad, y a partir de estos plantear soluciones a las cuestiones políticas, sociales, económicas, fiscales…
–¿Y cuál es el eje vertebrador de su ideario?
-La defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural; de la familia, compuesta por un hombre y una mujer en el seno del matrimonio, y abierto a la procreación; la defensa del derecho de los padres a educar a sus hijos en los valores que ellos tengan por convenientes; y la defensa acérrima del bien común, entendiéndose por tal la justicia social. También abogamos por recuperar la soberanía de España en la Unión Europea. Queremos un mercado de intereses comunes económicos, pero no un Estado común. Que cada Estado sea soberano, con su propia identidad y su capacidad de decisión y gobierno. Europa sí, pero no así.
–¿Se está fallando al homogeneizarlos?
-Sí. Europa tiene vocación de canibalización y fagocitación en detrimento de las soberanías nacionales. Tiene que haber un mercado común, pero no esa intención de absorber, homogeneizar e igualar a todos, cuando no todos somos iguales. Nosotros somos partidarios de recuperar la idea fundacional de Europa, que era la de una Comunidad Económica Europea, una comunidad de intereses comerciales y económicos. Hoy esa comunidad ha pasado a llamarse Unión Europea. Ese cambio que parece semántico es muy relevante porque pasa de ser un concepto económico a otro de unión de Estados en un solo Estado, y eso es lo que nosotros rechazamos.
–¿Y qué opina de la eurocracia?
-Que es extremadamente cara y muy poco democrática. El Gobierno de la Unión Europea está centralizado en la Comisión y en el Consejo. Al Parlamento, que es el único elegido democráticamente por sufragio universal directo, le deja un papel completamente secundario. En cambio, la Comisión y el Consejo son los que realmente dictan la norma, y los miembros de ambas instituciones son designados directamente por los gobiernos de turno de cada uno de los países. Por lo tanto, nada que ver con el régimen democrático que pretendemos y aspiramos para Europa.
–¿Quieren construir una Europa a favor de la cultura de la vida?
-Sí, y eso implica defender la vida, sin excepciones. No vamos a ir Europa a plantear excepciones, como hace el PP. Nosotros vamos con un mensaje absolutamente radical, porque la vida es radical. O se da vida o se quita. Nosotros estamos por defender la vida en cualquier circunstancia y bajo cualquier supuesto. También pretendemos llevar a las instituciones europeas la voz de la familia, pero la acorde al orden natural, la de un hombre y una mujer, y que no existan dudas sobre este concepto. Construir un Estado, una sociedad, una Comunidad Económica Europea sobre un concepto erróneo de familia es algo que tenemos que denunciar. Vamos a hacerlo, y pedir políticas que la promocionen y la fomenten por todos los medios. No tiene sentido hablar de políticas económicas y sociales si estamos partiendo del gravísimo error de la cultura de la muerte y de la familia como algo distinto a lo que el orden natural establece.
–¿Impulso Social defenderá la unidad de España desde Europa?
-Desafortunadamente de la unidad de España ya nos han dicho claramente en Europa que éste es un problema interno nuestro. Como miembro de Alternativa Española defiendo a ultranza la unidad de España, como miembro de la coalición, entre las cuestiones que criticamos es que Europa se mantiene al margen de este tema.
–¿Qué balance hace de Impulso Social en el mes que ha transcurrido desde su fundación?
-Muy positivo. Ya hemos presentado la coalición en Madrid, Andalucía, en Palma de Mallorca. La próxima semana será en Pamplona, Logroño, Santander, y la reacción de todo el mundo es mucho mejor de la que esperaba.
–¿Por qué?
-Realmente están viendo una tabla de salvación en nuestro proyecto. Primero, porque es un proyecto de gente que no venimos del sistema, que tenemos la legitimidad de hablar porque no hemos estado nunca defendiendo una poltrona, un puesto de trabajo en la administración o en una fundación. Estamos completamente ajenos a ese proceso. No venimos de la denominada casta política, somos periféricos a ello, y esa transparencia es lo que la gente está apreciando. Venir a presentar un proyecto político con ánimo renovador del sistema cuando has salido recientemente de otro o estás en uno, y que de una u otra forma has sido connivente con la situación actual, deslegitima tus planteamientos. Segundo, y muy importante, por la defensa de los principios innegociables a los que nos hemos referido, como la vida, la familia, el bien común, y el derecho a los padres a educar en valores a sus hijos. Por último, y no menos importante, porque somos el único partido, tanto en la izquierda como en la derecha, que defendemos ese euroescepticismo al que me estoy refiriendo.
–Explíquese.
–La izquierda quiere más Europa porque no les importa absolutamente nada lo que es España, su soberanía e identidad, y la derecha está absolutamente entregada al europeísmo, como lo está el centro izquierda y el centro derecha. Nosotros no renunciamos a defender esa soberanía y esa identidad, y además afirmamos con rotundidad que Europa es occidental y cristiana. El discurso de los partidos mayoritarios sobre que puedan ser parte de Europa países que están próximos geográficamente a nuestra región europea, pero de una cultura distinta a la occidental y a la cristiana, como Turquía, es para nosotros absolutamente inaceptable, y esto somos los únicos que lo decimos.
–¿Quiénes le acompañan en la lista de Impulso Social para las europeas?
-En segunda y tercera posición están el secretario general de la Comunión Tradicionalista Carlista y el de Familia y Vida, y después nos acompaña gente de una cierta relevancia en el mundo de la familia y la lucha por la vida. Aún estamos confeccionando las listas y habrá personas muy significadas en la defensa de estos valores, que comparecerán como independientes porque no pertenecen a ninguno de los tres partidos que formamos la coalición.
–¿Cómo están elaborando la lista?
-Los tres partidos han decidido por votación quién sería el cabeza de lista. Me han dado la responsabilidad a mí, algo que agradezco, ya que es una gran muestra de generosidad por su parte. A su vez, los partidos internamente han hecho sus ejercicios de designar quiénes son los candidatos. Ha sido un régimen de decisión por unanimidad a través del voto.
–Por último, y cambiando de tercio, ¿qué balance hace del Gobierno de Rajoy?
-Yo nunca creí en el Gobierno de Rajoy. Sabía que llegaríamos a la actual situación y lo sabía desde antes del 96. Lo sabía porque en el ADN del PP y en su estrategia estaba construir este tipo de sociedad. Quien se defrauda con aquellos que no han puesto remedio desde 1996 hasta 2004, gobernando con mayoría absoluta, son aquellos hooligan del PP que siempre han querido ser ciegos a la realidad, obsesionados por el voto útil, por el mal menor, pero que no han hecho reflexión en conciencia de lo que verdaderamente tocaba. A mí, decepción, ninguna. Críticas todas.
Mi voto está entre Impulso Social, más liberales, y La España en Marcha, que tienen un discurso un poco más radical frente a la inmigración. Es importante votar patriota en las europeas, que son de siempre unas elecciones de voto de castigo, frente al duopolio PP/PSOE y sus dos nuevas marcas blancas, Podemos y VOX