Por Pedro Conde Soladana para elmunicipio.es
Es tal el acelerón que ha tomado “PODEMOS” en la carrera política, tales la extensas meditaciones a que da lugar su aparente e inmediato éxito, que voy a adelantar algunas de las que me motiva el restallante eco de la figura de Pablo Iglesias II. Me prometo y prometo profundizar más en tales reflexiones porque el fenómeno no es baladí y creo que, entre otras consideraciones al respecto, hay una que se define con un dicho popular: “No se pueden mezclar -confundir- churras con merinas”.
He leído algunas opiniones que me asombran por venir de quien vienen, como ha sido una que pone entre interrogantes si tal movimiento político, “PODEMOS”, viene a ser una versión de la nueva Falange. Que no; que una especie es la oveja churra y otra la oveja merina. Las dos son razas hispanas, con su respectiva historia y diferencias. Entre otras características, se distinguen por la lana; es más fina la de la merina que la de la churra. Así que en cuestión de lanas me quedo con la de la merina por esa finura y rechazo la churra por su bastedad. Lo mismo me pasa con las ideologías. Distingo entre las que le dan su categoría al individuo hasta definirlo como “portador de valores eternos”, de las que lo envuelven en una masa informe, lo despersonalizan, lo colectivizan arrebatándole la propiedad, que es la “proyección del hombre sobre sus cosas”, lo estatizan hasta destruirlo en un comunismo que en nombre de una pretendida igualdad lo masifica hasta reducirlo a una unidad de un rebaño. Esta terrible experiencia ya la ha vivido la humanidad.
A “PODEMOS” lo podemos seguir hasta donde ha llegado después que nosotros. No hay contradicción en lo dicho. Antes que naciera Pablo Iglesias II ya estábamos denunciando, NOSOTROS, la corrupción de esta democracia, la casta política, el “tiburoneo” de banqueros y financieros, la injusticia y desigualdad social, la falsa cultura del pueblo, la sutileza en la explotación del hombre actual por el capitalismo moderno, la falta de libertad en los medios de comunicación por su generalizada venta al poder político, etc., etc.; incluso el montaje monárquico que arropa todo este sistema de intereses partidistas y partidarios tan lejos de los verdaderos intereses nacionales.
Y aquí, en los verdaderos intereses nacionales, es donde reside la absoluta discrepancia con todos los Pablos Iglesias y “PODEMOS”, habidos y por haber. Nosotros no apoyamos ni abierta ni veladamente a separatistas, terroristas y demás ralea en cuyo programa político está escrita e inscrita la ruptura de nuestra Patria.
Así que después de la denuncia, y solamente hasta ella, de todos los males de España podemos seguir con “PODEMOS”. Pero ni un solo paso más. Al menos por mi parte.
Pedro Conde Soladana
Muy bien, Pedro. Si la Falange tuviera la cobertura mediática que le dan a este «salvapatrias» del tres al cuarto, España estaría regenerada. pero tenemos un Sistema que se alimenta de estos personajes, para esconder el verdadero mensaje regenerador. Los falangistas llevan años gritando hasta la extenuación este régimen corrupto que nos asfixia y nos arruina, pero nadie nos ha hecho caso. Ahora viene un populista que huele a troskismo que no se aguanta y todos parecen encandilados. Aún hoy no nos han abierto una brecha de serena atención, tal y como denunciaba nuestro fundador en 1936. Y estamos en el siglo XXI.
De acuerdo, muy de acuerdo con el artículo de Pedro Conde. Este personaje «Pablo Iglesias II» estimado camarada José Manuél, no está solo, llevan años preparándole, tienen una hoja de ruta bien diseñada, una financiación al menos suficiente para lo que pretenden, equipos entrenados, es un buen comunicador, domina el marketing político en los m.c.s, han entendido bien el momento político-económico de la sociedad española para captar adeptos y simpatizantes, se presentan con una alternativa ilusionante y, lo más importante, como bien dice Pedro el grueso de sus denuncias son verdad. José Antonio, que no era «antinada», reconocía las denuncias que hacia Marx de la sociedad capitalista, pero claro, no estaba de acuerdo con sus soluciones. Por lo que mi coincidencia con el último párrafo del artículo de Pedro es total. «Así que después de la denuncia, y solamente hasta ella, de todos los males de España podemos seguir con “PODEMOS”. Pero ni un solo paso más. Al menos por mi parte». Y por mi parte tan poco.
En cuanto a los falangistas, ¡quién nos va a escuchar!, si ni siquiera nos oímos entre nosotros. ¿Por qué somos incapaces de llevar nuestro mensaje a la sociedad, siendo tan bueno? Porque estamos llenos-los falangistas- de incoherencias y contradicciones y además en vez de ser FALANGE somos CUADRILLAS, la primera es milicia y la segunda bandas (esto dicho con dolor). ¿Alguien ha visto algún símbolo en “PODEMOS” que distorsione o confunda el mensaje que transmiten? ¿Alguien se sale del guión?
Es triste reconocerlo en lo dicho por ti en lo referente a los falangistas. Somos lo que somos, nunca aprenderemos. Yo no puedo moralmente estar de acuerdo con PODEMOS. Ellos quieren amordazar al pueblo español, vienen con un mensaje que ya en los años ochenta del siglo pasado defendía la LCR, entonces eran muy minoritarios. Ahora, se presentan como la solución a todos nuestros males. pero si te fijas su mensaje se reduce a unos tópicos y no se salen del guión. Un mensaje repetido machaconamente acaba por ser asumido. Alguien les apoya con los m.c.s., dinero y publicidad, el coctel perfecto. Yo seré un ingenuo, pero aún confío en que los falangistas dejemos de lado nuestras diferencias (que no son tan profundas), y todos a una luchemos por la España Grande y Libre que soñara nuestro fundador. Quizás pido demasiado, fueron muchos años de desencuentros, pero o eso o la nada. Alguien tiene que dar pasos, pero serios y con propuestas viables de lo que queremos ser y a donde pretendemos llegar. Respeto profundamente vuestra postura, pero yo considero que mientras esa «unidad falangista» no llega, es mejor estar organizados que vivir el falangismo cada uno por su lado. Esa es la razón por la que yo estoy en FE de las JONS. A mí, además no me obsesiona el cuando, sólo espero que algún día será. Un aludo a nuestro estilo y aunque en opiniones distintas: ¡¡¡Arriba España!!!
José Manuel, la solución empieza por uno mismo. Interrógate e identifica las incoherencias y contradicciones que como falangista puedas encontrar en ti y luego aplica las palabras de José Antonio que le dijo a Prieto en el Parlamento y que están reproducidas en la columna central de elmunicipio.es
“…se puede llegar al entusiasmo y al amor por el camino de la inteligencia”. José Antonio Primo de Rivera. Parlamento 03-07-1934.
Y es cierto lo que dices, «es mejor estar organizados» es fundamental diría yo y aquí hay que volver a aplicar el criterio joseantoniano: Toda organización o sociedad tiene que estar sustentada por los principios de Autoridad, Jerarquía y Orden. Meditar sobre estos tres conceptos es capital para tener FALANGE y consecuentemente falangistas.
No estamos tan lejos camarada José Manuel. ¡Arriba España!
Jorge, ya hemos hablado sobre esto. El problema de Falange Española de las JONS, del movimiento falangista – nacionalsindicalista, está en su génesis, en las contradicciones originarias que traen causa de la fusión de dos movimientos antitéticos. Algo irresoluble, por desgracia.
Me parece uno de los escritos más firme y certeros de mi antiguo y siempre presidente Pedro Conde, fino observador de la realidad política, aun con nuestras discrepancias, hace un análisis verdadero sobre el tema de Podemos. Con una cobertura como la que ha tenido, con unos recursos económicos como los que le han dado, con unas infraestructuras, como la universidad, que lo han subido, así como dicen en mi pueblo cualquiera. Pero su mensaje es más antiguo que la polka, solo los que persiguen la implantación de viejas dictaduras, con otro nombre, pueden ir tras ellos. Nosotros, somos otros, distintos, diferentes, pero con una idea clara de lo que es justicia y libertad. Gracias Pedro Conde Solo nos queda emitir un mensaje que no nos rompamos entre nosotros.
Eduardo, no quiero que pienses que no deseo que no nos rompamos entre nosotros, lo que ocurre es que desde mi modesta opinión hay demasiadas tendencias y maneras de entender el falangismo, que va a ser tarea muy difícil por no decir imposible que se pueda llegar a un entendimiento. Podrá haber alguna colaboración puntual, pero nada más. Yo le decía al camarada Jorge Juan Perales que respetaba como no puede ser de otra manera su postura. Lo mismo me ocurre contigo y con otros camaradas, pero considero que es mejor estar integrado en algunas de las «falanges», antes de ir por libre. pero cada uno es libre de optar por su posición. Lo interesante es que no nos tiremos los trastos a la cabeza, para reivindicar quien es más falangista o joseantoniano (término que no me gusta) entre otras cosas porque José Antonio no nos dejó un legado personal, sino político. Pero no todos tienen porque pensar como yo.
Un saludo brazo en alto y ¡¡¡Arriba España!!!