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La persona humana, el centro para un nuevo sistema político

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Por Alberto Gugel de la Villa para elmunicipio.es

La palabra más de moda en lenguaje político, que se escucha en todas las tertulias, de parte de numerosos periodistas y políticos es CIUDADANOS; incluso pone nombre a una formación política que ultimamente está de moda. Parece que lo esencial en un hombre y en una mujer es ser ciudadano. Pero, ¿Se agota con esta expresión el gran misterio que supone el ser humano en la historia? ¿Con su componente biológico, psicológico, sexual, trascendente, religioso? ¿Se pueden separar todos esos aspectos? ¿O cada uno de ellos conforma un ser irrepetible, sin compartimentos estancos, que nace y muere en la historia humana?

Si esto es así, sin embargo en España, en la práctica, el sistema político imperante, los gobernantes y todos los intereses que les sirven en los medios de comunicación social, sólo nos consideran a los españoles, ciudadanos y legislan por tanto con este fin.

Para mi sorpresa, se dice en todos los ámbitos de la Vocería, que lo que  ha desafectado a los españoles de los clásicos partidos políticos es la CORRUPCIÓN; cuando ésta forma parte de nuestra naturaleza. Es más, como ejemplo muy gráfico, se dice que un cuerpo humano sufre la corrupción cuando muere.

Me parece una lectura muy superficial. Aunque haya una anestesia social profunda, ¿No será que los Españoles, ya no creen en el sistema político vigente, porque en la práctica, les considera sólo ciudadanos y se olvida que son personas humanas? 

Cuando José Antonio Primo de Rivera cimentaba su pensamiento político en el hombre como portador de valores eternos, nos descubría a la persona humana como centro de una nueva estructura política, el Estado al servicio de la persona humana.

¿Qué comporta en la práctica esta última afirmación? Leyes que defiendan a esta persona humana, desde la concepción hasta su muerte. El derecho no puede ser instrumento de guerra sino de pacificación, debe ser armonizador no desestabilizador. El dar carácter de derecho al aborto y la eutanasia, destruyen la libertad, la dignidad y la integridad de la persona humana.

¿Cuál es la primera célula de la sociedad? ¿La que por su existencia y persistencia existe España como Nación y Patria? la familia, formada naturalmente por un hombre-una mujer y los hijos que nazcan.

Sin entrar a valorar las causas por las que cada vez hay más parejas de homosexuales, para defender mi punto de vista, me voy a referir al gran filósofo Platón, que seguramente participaba de una costumbre reconocida entre los filósofos griegos de su época con sus discípulos jóvenes: además de instruirlos en la ciencia de la filosofía, los sodomizaban, hecho cuyo nombre ha perdurado en nuestro idioma como pedofilia.

Pues bien, Platón tiene que reconocer como Filósofo que es, la heterosexualidad como componente esencial de la naturaleza humana y como no lo puede explicar racionalmente, lo hace en su diálogo del Banquete, narrando un mito, el de los seres andróginos. Según dicho mito, todos los seres humanos nacieron andróginos, masculinos y femeninos a la vez. Los dioses los castigaron partiéndolos y separando su parte masculina de la femenina, para que eternamente ambas partes se deseasen porque en el principio eran solo uno.

¿Qué quería explicar con dicho mito? La realidad que todos los días percibía, que el hombre y la mujer en su más profundo ser,  quieren ser uno con el otro para perdurarse en generaciones. De este misterio nace la familia.

¿Qué quieren hacer todos los partidos políticos que consideran a los hombres y mujeres de España sólo ciudadanos?

1º Reconocer el aborto y la eutanasia como un Derecho que se puede imponer a la persona humana hasta con la fuerza de la Ley.

2º No respetar el derecho a la maternidad y paternidad; procurando una Ingeniería Social mediante leyes injustas que vaya separando a la persona humana de su misión como esposos, padres y abuelos.

3º Utilizar el lenguaje, para que, lo que no es normal, llegue a serlo, a través de un sistema educativo ad hoc.

4º Utilizar sus medios de comunicación para socavar la ética social, pero sobre todo la moral individual.

5º Crear estructuras económicas, donde prive el beneficio económico y la desigualdad, para que cada vez sea más difícil la misión que por ser hombre y mujer casados, los padres tienen encomendada desde que se instituyen como matrimonio y familia.

El Yihadismo o el comunismo de Podemos, los nuevos bárbaros, han nacido, nos amenazan, porque España ni el resto de Europa tienen un sistema político cuyo centro sea la persona humana. Si esto fuera así, el único medio que tendrían para conquistarnos, sería la invasión bélica; pero al paso que vamos, les vamos a abrir la puerta para que nos esclavicen definitivamente.

Alberto Gugel

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