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HIPOCRESIAS A TOPE

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Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es

“Nuestra derecha tradicional clama y protesta por las expropiaciones, pero amigos, camaradas, ¿Qué decía el mismo José Antonio sobre la revolución agraria “La tierra  para quien la trabaja, sin o con expropiación, extensible a cualquier tipo de propiedad privada que no cumpliera su función social (pueden consultar las Obras Completas del Fundador)”.

Ahora todo el mundo, en el cual tengo que incluir lamentablemente, a muchos que dicen profesar un sentimiento azul, se rasga las vestiduras porque un movimiento populista emergido de clara y radical expresión izquierdista, lleve en su ruta política cosas como la nacionalización de las industrias estratégicas (energías, ferrocarriles, hidrológicas etc.), o la socialización del crédito, la banca nacionalizada, los servicios de sanidad y cultura universales y gratuitos, por ejemplo, así como la independencia efectiva de la Justicia, o cosas tan elementales por justas, de casa y trabajo. Temas que los falangistas han venido demandando desde la fundación de Falange Española en octubre de 1933. Naturalmente no estoy justificando ni mucho menos, los excesos antisistemas  y violentos de esa izquierda echada al monte con la que no tenemos ninguna relación social o política, pero debo decir que tampoco voy a denunciar ninguna de esas reivindicaciones, a las que personalmente defiendo y propongo desde siempre.

Y es que en el fondo, esos no son nuestros enemigos ideológicos sino nuestros adversarios políticos. Sin embargo la “derecha”, el conservadurismo neoliberal si que comporta el peor enfrentamiento global con las tesis que los falangistas tienen en su ADN. Por eso, me parece que hay mucha hipocresía en los medios afines a esta sociedad capitalista, al llorar por declaraciones y programas de esa izquierda, a la que todos, y tal vez nosotros mismos, hemos contribuido con nuestra pasividad ante las insuficiencias que este sistema nos somete. Quizás la reflexión que deberíamos hacer por una vez, es desligarnos de esta pelea entre unos y otros, y no ser beligerantes con unas propuestas que aunque parezcan populistas, representan una buena parte de lo que los falangistas queremos, si además coincidimos en nuestra vocación republicana, tendríamos una nota más para sin ser sus abogados, no ser sus jueces, siempre claro, que no sobrepasen conductas delictivas, que serán en todo caso, repudiadas y condenadas por el colectivo azul.

Es verdad que esta actitud nos aleja de amistades indeseadas en la derecha de esta nación, y acaso alguien pueda acusarnos a su vez, de caminar al lado de proyectos bolivarianos, bolivianos o regímenes populares, pero personalmente entiendo que, salvando errores incuestionablemente condenables, rechazando cualquier deriva ilegal, toda decisión en contra de los Derechos Humanos, – algo por otra parte se  ha dado en demasiados sitios que la historia confirma, y la España de las década cuarenta y cincuenta del siglo pasado lo manifiesta, que a nosotros nos repugna.-, esos movimientos populares propugnan soluciones sociopolíticas bastante comunes. Nuestra derecha tradicional clama y protesta por las expropiaciones, pero amigos, camaradas, ¿Qué decía el  mismo José Antonio sobre la revolución agraria “La tierra  para quien la trabaja, sin o con expropiación, extensible a cualquier tipo de propiedad privada que no cumpliera su función social (pueden consultar las Obras Completas del Fundador).

Por eso, gemir por demandas como las que hace esa izquierda casi asamblearia, no me parece motivo para condenar una acción Ciudadana como la que vemos en estos días; es, para mí, solo hipocresía que no debemos aprobar, discusión en la que no estaremos,  porque la fidelidad nacional sindicalista en última instancia tiene que prevalecer ante las lágrimas de cocodrilo.

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3 COMENTARIOS

  1. Dices que deberíamos ser abogados en vez de jueces de estos «mesías de la nueva ola». No te comprendo. Nosotros, al menos en lo que a mí respecta, tenemos un modelo de sociedad muy claro. No podemos estar de acuerdo con la derecha, pero tampoco vamos a tirar por la borda todo un legado que nos dejaron nuestros mayores y «estos salvapatrias» van a destruir. Sabemos por experiencia que embarcarnos en movimientos de este tipo nos conducen al abismo. En cuanto a las propuestas de nacionalizar los servicios esenciales no tenemos porque darles alas, solamente debemos asumir nuestra responsabilidad de no saber llegar a la gente, pero creo que las propuestas falangistas distan un abismo de estos populistas. Yo me considero republicano, pero este republicanismo no tiene nada que ver con esa «Tercera República» de la extrema izquierda. Piensa si nos darían cabida a los falangistas en su forma de Estado, o más bien, nos perseguirían con saña, como en los años treinta del siglo pasado. Somos revolucionarios, pero estamos condenados, a seguir «clamando en el desierto». Yo sigo soñando con la España que quería nuestro fundador, y no veo que estos movimientos populares nos vayan a traer. Saludos.

  2. siempre esta igual parte de una sociedad que nunca esta conforme con nada su pasado pasado es a pesar de que le pongáis siempre etiquetas seras una maginifica reina Leticia lo sabras hacer como lo que vas a ser en breve una reina ,,,emnorabuena ,,,,sus majestades juan carlos y leticia

    • Estas apañada maja,ni siquiera sabes como se llaman,como todo tu pronostico sea como tu informacion vamos listos,y por cierto ENHORABUENA por tu gramática.

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