A pesar de todo Jose Antonio Primo de Rivera vive
Se cumplen ahora ochenta y dos años del fusilamiento del fundador de Falange Española, en la cárcel de Alicante, por las fuerzas del Frente Popular, que dirigía con mano de hierro la República española. Y vamos a conmemorar también, el próximo diciembre, los cuarenta años de la aprobación de la Constitución del 78. Son dos fechas que recordamos con atención porque primero implica la memoria de un asesinato “legal”, -nosotros lo llamamos simplemente, asesinato, porque todo ese proceso fue un fraude- en la ejecución de Jose Antonio Primo de Rivera -José Antonio-, un 20 de noviembre de 1936, y la otra, el principio de una época constitucional, 6 de diciembre de 1978, que se ha utilizado por muchos para cubrir con un manto de olvido, y de manipulación tanto el nombre del líder falangista como la forma y modo con que se procedió a su juicio y condena a muerte por un Tribunal popular.
Cuarenta años, prácticamente desde el fin del régimen anterior, que han sido machacona y torticeramente empleados para silenciar la vida y obra política de José Antonio, y negar de paso las responsabilidades de un gobierno de izquierdas marxistas – aun no se había Celebrado el Congreso socialista de Suresnes-, que cometió no solo un error gravísimo (tal como reconocen infinidad de historiadores y aun intelectuales nada sospechosos de afinidad política con el falangista), sino que tratan por todos los medios continuar con un agit.pro, para que en la España actual ni se pronuncie el nombre de José Antonio, que hasta de los libros de historia lo han borrado, Salvo, claro, para denigrarlo hasta límites verdaderamente ridículos.
Una constante intención de tapar su crimen original, a la vez que potenciar el mantra de una acusación fascista, ha sido durante décadas el lev motiv, que ha utilizado el discurso “políticamente correcto” en general, y las izquierdas pseudo marxistas en particular, como argumento para que los españoles de varias generaciones no tengan ni idea de quien fue ese hombre, ejemplar y comprometido al servicio de España, que despertó en un breve tiempo la ilusión y la esperanza de una patria más justa y más libre.
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Sin embargo, sus esfuerzos en este sentido han sido y creemos que serán absolutamente infructuosos, porque siempre habrá en el alma y en la mente de los españoles de buen corazón, un momento y un lugar para encontrar la verdad de José Antonio, para leer sus palabras, para emular su vida puesta al servicio de una causa mayor, para procurar que en España se goce de un Estado que les asegure patria, pan y justicia. José Antonio, no quedara encerrado en muros de ignorancia o sepultado en desiertos de olvido, porque su mensaje vive en muchos de nosotros; quizá, lo adivinemos en las conquistas que la sociedad española ha logrado, tal vez lo encontremos con otras consignas, y otras voces, y puede que no veamos su camisa azul o un brazo en alto, pero el espíritu de hermandad entre los hombres y mujeres del país, el destino de trabajadores y profesionales estará amparada por la doctrina de amor y solidaridad que nos enseñó con su vida Jose Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española, caído por España hace ochenta y dos años.
El 20 de noviembre no es para nosotros una fecha para la tristeza ni para la nostalgia, sino un día para recordar a un hombre excepcionalmente singular, un español de historia y futuro, y esto solo nos trae la ilusión de caminar por la senda que el nos mostró.
Declaración de Falangistas ciezanos
