Guillermo Ruiz (Willie) Un Poeta azul a conocer
Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
No somos los falangistas muy propicios a resaltar los valores humanos y profesionales de nuestros amigos y compañeros, quizá por esa modestia que siempre nos acompaña o porque no sabemos valorar las excelencias que en cualquier otro grupo a asociación les ponderarían sin la menor demora. Sin embargo yo discrepo de esta actitud que no hace justicia nunca, y desde mi humilde situación de escritor no profesional, con dos docenas de obras publicadas, me atrevo a romper una lanza por todos esos camaradas que desde sus trabajos en historia, en novelas y ensayos o como en este caso que quiero señalar, en poesía, destaco de modo muy singular a Guillermo Ruiz Marcos, alias “Willie”, de quien acabo de leer su último poemario “LATIDOS DE MAR, sentimientos a la intemperie”, que me ha transportado a viejos escenarios de sensibilidad y de belleza.
Guillermo Ruiz Marcos, al que tuve el placer de conocerlo en un albergue “Pallete”, de Falange Auténtica hace unos años, ya me demostraba en aquel encuentro una sensibilidad y profundidad de reflexión verdaderamente importante, y todo acompañado por un una situación personal que solo a personas de su talante y de su fortaleza interior- otros lo llamamos espiritual-, francamente me impresionó, tal vez porque de alguna manera yo mismo me sentía en paralelo con él. Su afinidad ideológica en azul y su amor por la poesía ya eran causas suficientes para sentirme coincidente. Ahora, al leer sus versos, en ese canto sencillo y hondo a la mujer, sus poemas hacia una tierra querida y compartida de Murcia, y el Mar Menor, y ese “último naufragio”, tan expresivo y tan contundente, me abría la mente hacia un poeta a quien teníamos que tener en muy cuenta.
No solo por los premios y diplomas que obtuviera Willie, no por esos Haikus, a mano de pocos poetas, por la intensa pero mínima expresión que suscita, sino también por la enorme riqueza que Guillermo transmite a lo largo y ancho de un libro que se nos queda corto por completo y encantador. Pero además creo y así lo proclamo que encontrar a Willie en la poesía, es encontrar a otros miles de anónimos escritores y poetas que, vistiendo un mensaje azul, quedan dormidos en el haber de tantos camaradas a los que, por una vez, debemos de despertar.