El verdadero origen del emblema de los estudiantes falangistas
Allá por la primavera del año 1935 era necesario dotar a los universitarios falangistas encuadrados en el Sindicato Español Universitario -SEU- de un símbolo que les hiciera reconocibles entre la masa estudiantil, y que completara al emblema del yugo y las flechas de la Falange Española.
Eduardo Ródenas y Alejandro Salazar, este último como Jefe Nacional del Sindicato Español Universitario, se pusieron manos a la obra, sabían lo que estaban buscando, pero no acertaban a encontrar la expresión material que plasmara con toda claridad el sentido clásico y a la vez revolucionario de la organización sindical estudiantil.
El emblema falangista de los estudiantes de Falange Española
Pronto recurrieron al consejo de Rafael Sánchez Mazas, pidiendo su ayuda, este les respondió que debían buscar un símbolo que estuviera basado en el escudo del Cardenal Cisneros, pero sin caer en la burda copia, aconsejándoles que la figura del «cisne» debía ser el motivo principal. Salazar y Ródenas encargaron bocetos y proyectos a los camaradas, todos basados en el siguiente esquema: «Hay que hacer un emblema en el que entren un cisne, un tablero de ajedrez, el yugo y las flechas y los colores rojo y negro».
Pronto los camaradas con dotes pictóricas empezaron a mandar sus bosquejos a la Jefatura Nacional del Sindicato Español Universitario, pero ninguno satisfizo plenamente a Alejandro Salazar. Pasaban los días y no se daba con la tecla adecuada, en aquel momento Alejandro marchó a visitar algunas provincias del sur de España para comprobar el estado de la organización estudiantil azul.
El cisne del Sindicato Español Universitario (SEU)
Es entonces cuando Eduardo Ródenas y David Jato, que normalmente se encargaban en forma provisional del SEU ante las ausencias de Salazar, en una reunión con José Antonio Primo de Rivera despachando temas del sindicato, sacaron a relucir el asunto del emblema del SEU, el Jefe les preguntó cómo marchaba la idea y de pronto les ordenó que le trajeran todo lo que tenían hecho para ver qué se les ocurría.
José Antonio Primo de Rivera y el símbolo de los estudiantes falangistas de Falange Española
Le llevaron todos los bocetos y las ideas escritas, y aunque ninguno de los tres sabía dibujar, José Antonio Primo de Rivera empezó a emborronar cuartillas que luego mostraba, en ningún caso imponía su criterio, pero pedía opinión. Después de más de una hora, se había maldibujado un cisne con un tablero de ajedrez dentro y el propio José Antonio dijo: «Ya está, este debe ser el símbolo, solo queda por decidir dónde colocamos el yugo y las flechas».
El verdadero origen del emblema de los estudiantes falangistas
Ródenas rápido le dio la idea: «Apóyalo en las alas del cisne». Así de esa manera nació el emblema que tan orgullosamente llevaron las Juventudes Falangistas. Cuando volvió Alejandro Salazar, en el boceto que tenían preparado, «alargó el cuello del cisne», y envió esa prueba a Alfonso Ponce de León, que no solo era dibujante y pintor, sino que también en aquellos momentos, junto con el arquitecto vasco Aizpurúa, eran los máximos dirigentes de la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda de Falange Española.
La simbología de las Juventudes Falangistas: Emblema de los estudiantes falangistas
Alfonso Ponce de León sobre el boceto que le enviaron perfiló y depuró el mismo hasta dejar el diseño que todos conocemos. Se cuenta que Eduardo Ródenas cuando oía decir que el emblema era muy sencillo, respondía: «Sí, es sencillo, pero también resulta ahora fácil escribir El Quijote». Esa es la auténtica historia de cómo nació y se diseñó el glorioso emblema de la juventud falangista, que en un principio portaban orgullosos los camaradas universitarios y bachilleres del SEU y luego después de la guerra, el Frente de Juventudes hizo suyo este símbolo mediante acuerdo de su 4º Consejo General.
Escrito de Juan Manuel Cepeda y fotografía del emblema del Sindicato Español Universitario (SEU), un cisne con el tablero ajedrezado blanco y azul, ya que esos eran los colores de la Facultad de Filosofía y Letras en la que estudiaba el entonces Jefe Nacional Alejandro Salazar.
